Hubo algunas iniciativas para destinarla a una residencia estival para embajadores, una escuela o incluso a un establecimiento hotelero, pero ninguna de ellas fructificó y a fin , y de evitar su progresivo deterioro, se puso a la venta. En el año 1.982, la finca fue adquirida por la familia que ostenta la propiedad en la actualidad. A partir de dicha adquisición, de forma progresiva se fue modernizando la explotación agrícola, además de mantener y preservar las edificaciones existentes que en la actualidad y desde hace dos décadas, se destinan a la celebración de eventos.
Además de la celebración de eventos, existe una explotación agrícola sostenible y ecológica de algarrobos, almendros, olivos y frutales que ha sido modernizada con un gran respeto al medio ambiente.